domingo, 9 de agosto de 2009

Coraje cívico


Esta semana por casualidad observé, en un canal alemán, un documental que hablaba sobre las diferentes formas que tienen las personas de reaccionar frente a un hecho de agresión callejera. Quedé tan sorprendida, cuando descubrí, junto a los protagonistas que llevaban adelante el programa, los resultados del estudio. ¡El noventa por ciento de la gente no se mete, no trata de detener la agresión, ni aun tratándose, el atacado, de un sujeto indefenso! La mayoría hace de cuenta que no ve nada y sigue rápido su camino. Existe un porcentaje de personas, y esto sí es absolutamente censurable, que ubicados a una distancia prudente, quedan observando la escena, porque disfrutan del dolor ajeno, aunque se nieguen a admitirlo luego. Gracias a Dios, unos pocos individuos hacen la diferencia, se despojan del egoísmo, de la cobardía y tratan por todos los medios que el agresor se detenga y termine con la violencia, inclusive ponen en riesgo su propia vida.

Si alguien me golpeara o intentara asaltarme, les aseguro que me gustaría mucho que algún ser humano hiciera algo por mi vida… ¡algo!, cualquier cosa, menos la indiferencia. Por eso tengo bien claro lo que haré por otros que estén en una situación de riesgo o peligro de vida, haré lo mismo que quisiera para mí.

No nos quedemos impasibles frente al dolor ajeno. Dicen los sicólogos que si uno no actúa en casos así, durante muchísimo tiempo es acompañado por un espantoso sentimiento de culpabilidad, ¡y no es para menos!

No es necesario ponerse en peligro, lo primero que debe hacerse es buscar ayuda de alguna manera, gritando, llamando por teléfono a la policía, solicitando la atención de otros transeúntes, en fin, mucho puede hacerse, el tema es no quedarse pasmados o huir sin auxiliar.

No importa que en ciertas ocasiones nos expongamos al ridículo o que desprecien nuestro apoyo, tengamos en cuenta que, en algunos casos, ni el propio afectado tiene conciencia del mal que otros le están causando (niños, mujeres y hombres golpeados por familiares directos).

Hay que tener bien presente: lo que hagamos por los demás, algún día lo harán por nosotros o por los seres que amamos… así es la vida, se los digo con toda certeza.

21 comentarios:

Abilio Estefanía dijo...

Hola Clara, el problema es que nos hemos vuelto muy egoistas y no queremos vernos involucrados en ningún lío, por cada uno que sale a detener la agresión, hay muchos más que no lo hacen, por miedo a tener problemas después.

Por aquí decimos que si quieres recojer, primero hay que sembrar.

A veces tenemos lo que nos merecemos, pero por culpa de algunos pagamos los demás.

Besos

mariajesusparadela dijo...

Un buen puñetazo me llevé yo por meterme a disolver una pelea. Pero la pelea terminó y la cara acontecida del que me pegó era un poema: yo era su profe, él era mi alumno...

Clara dijo...

Abi: una mirada, una mano extendida para tomar la tuya en señal de agradecimiento, eso querido Abi, jamás se olvida. Vale la pena tomar riesgos, o perder tiempo saliendo de testigos para ayudar de alguna manera... vale la pena. La vida, la justicia divina, tarde o temprano te recompensa, lo digo con total seguridad, porque lo he visto y también lo he experimentado en carne propia.
Cariños.



Mariajesus: qué suceso tan increíble y desesperante te tocó vivir, amiga. Cómo quisiera que lo relataras más en detalle... quizás en un post, en tu blog, piénsalo. Creo que situaciones como esa que cuentas, dejan enseñanzas... y algún que otro moretón, también.
Te aprecio, lo sabes.

Paula y Hernán dijo...

Creo que todavía hay mucha gente "buena". El viernes con Tavi, pasamos por un edificio público, que le salía humo de una ventana. Entramos a avisar. Por suerte era humo porque estaban desinfectando el ambiente. Pero lo que mas nos llamó la atención es que el portero, despues de agradecernos, nos contó que mucha gente había entrado a avisar, vecinos, la policía y peatones circunstanciales como nosotros. Besotes y "arriba" que no todo está perdido.

Clara dijo...

Paula y Herán: qué bueno, me alegran tanto estas historias... ¡¡cuéntenme más!!, jaja. En serio, es tan, pero tan agradable saber que existe solidaridad en la gente, preocupación por los demás. En definitiva, eso es el "amor al prójimo" del que tanto habla la Biblia...
¡Besos, amigos!

Taller Literario Kapasulino dijo...

Waw! no sabia nada de esa estadística! Ni que fuera tan alto ese porcentaje!!
Es increíble que la gente no se meta, por lo menos si tiene miedo, pedir ayuda!!!

Txema dijo...

Aquí en Madrid, hubo un caso muy conocido de un profesor llamado Neira que medió en una agresión contra una mujer.

El agresor de la mujer reaccionó y le atacó por la espalda. Estuvo en coma varios meses y Neira vive de milagro.

Con estos, y otros casos similares, es muy posible que muchas personas se lo pienses dos veces antes de intevenir, aunque no sea un comportamiento muy cívico.

Anónimo dijo...

gracias clara vecina! un muy muchas gracias por tu comentario en boemia..
gracias!
lidia-la ecriba
www.deloquenosehabla.blogspot.com

Clara dijo...

Carla: es lo que pienso, si no puedo ayudar directamente, por lo menos gritaré o pediré auxilio para que otros se acerquen.


Txema: sí, en el programa de tv del que hablo en el post, también mostraban casos como el que comentas. A veces el que ayuda, sale herido. Lo que digo, amigo Txema, es que prefiero salir lastimada por ayudar a alguien que por sufrir un accidente, cosa que es muy frecuente, porque todo el tiempo estamos expuestos a los daños físicos.
Saludos.

Clara dijo...

Lidia: no tienes por que agradecer, dije lo que pensaba.
¡Gracias por la visita!

Marina Judith Landau dijo...

Una vez presencié en Buenos Aires un robo en un subte, a una mujer china que no hablaba una palabra de español. Los ladrones la golpearon para llevare la cartera. Íbamos con una amiga y nos bajamos con ella en la estación y tratamos de contenerla. Cuando esa mujer lloraba y lloraba y empezó a hablar nos dimos cuenta de que encima no se podía comunicar. Qué situación terrible. Lo único que me salió en el momento fue abrazarla, pero me quedé con la sensación de impotencia, de que no había hecho nada.
Al tiempo me robaron y golpearon a mí, con un montón de gente alrededor que no hizo nada de nada. Cuando después volvía para casa me acordaba de la china y me di cuenta de que en ese momento lo que necesitaba era un abrazo...

Besitos.

Clara dijo...

Dondelohabredejado: a eso me refería cuando decía "hacer algo". El tema es, no hacer de cuenta que todo está bien, y seguir camino sin prestar un mínimo de atención a quien necesita de nosotros, desesperadamente.
Cuando uno ayuda, siempre se va con el corazón contento y el alma reconfortada, ese es el premio que "viene de arriba".
Un beso enorme, amiga.

Luis (Flamel) dijo...

Que bueno que se pueda hablar estos temas! la falta de empatía
respecto al projimo sucede porque muchisimas veces nos falta empatía hacia nuestros propios sentimientos,necesidades y deseos.

Si aprendemos a querernos ,el ayudar al otro se da naturalmente,como una extension natural de nuestro amor a la vida.

El opuesto al amor no es el odio,es el miedo.
El atreverse a amar es solo para valientes.


Gracias. Saludos desde Montevideo.
Luis

juan quintero dijo...

Nunca he tomado la foto de alguien asaltando a otra persona, definitivamente no se como reaccionaria, ya que en otras situaciones lo primero que he hecho es hacer la foto del accidente y luego ver como auxiliar al herido, siempre trato de andar guantes desechables en mi equipo, por si alguna vez hay que ayudar a algun golpeado; es una situacion dificil, ya que uno piensa: Y si fuera yo...o un familiar mio..., aca es muy discutido el tema de la prensa con respecto a las situaciones que se cubren. Espero no quedarme de brazos cruzados cuando eso suceda. Un abrazo.

Clara dijo...

Incal: encontré tu opinión sumamente acertada.
Al estar peleados con nosotros mismos, seguramente estaremos en guerra permanente con todo el mundo... el famoso conflicto interno.
¡Gracias por la visita!


Juancho: aquí también se cuestiona el mismo tema, creo que sucede lo mismo en todas partes. Pienso que todo depende del grado de gravedad de la circunstancia. La cobertura periodística/fotográfica, es importante, pero primero está la vida... es una cuestión de conciencia. Esa es mi opinión.
Abrazos, amigo.

Anónimo dijo...

clara agradezco tu paso por mi blog
y tu acertado comentario...respeto mucho a los que tienen fe
lidia-la ecriba perenne
www.deloquenosehabla.blogspot.com

Leni dijo...

Es cierto Clara.
Mirar hacia otro lado se está convirtiendo en un deporte nacional e internacional.
Dicen que es miedo a meterse y salir mas heridos.
Pero yo creo que no hay excusa para mantenerse al margen de una agresión.
Si nos ponemos en la piel del agredido sería todo mucho mas facil.

Un beso

Clara dijo...

Lidia: coincidimos. Besos y hasta pronto.


Leni: ¡¡hola!! Es cierto, "ponerse en el lugar del otro" es lo recomendable. Además, siempre pensar que también nos puede pasar lo mismo, y con idéntico resultado. Creo firmemente que si ayudamos nos ayudarán y si no, no.
Gracias por venir.

Daniel F. dijo...

Buenas Clara, soy admirador de tu tan bien empleada bici estática (por si no me relacionas). Nunca y digo nunca cuando he visto una agresion me he quedado parado a verla.
No entiendo cuando matan auna mujer de malos tratos, su familia sale en TV para hacer declaraciones. Si eso ocurre en mi familia, si mi cuñado pega a mi hermana, se llevara mis "declaraciones", claras y diafanas...
Desde aqui buenas noches.
Que Fortuna nos libre de abusones y cotillas bienintencionados...

Anónimo dijo...

Hola clara! Ya esta publicado en nuestro blog, en la entrada "taller Abierto Agosto" tu texto: "Las palabras que decimos"

Saludos Kapasulinos!!!

Clara dijo...

Remujin: ¡¡bienvenido!!
Es tan bueno lo que dices, es un ejemplo, eso de "nunca quedar parado, sin hacer nada, al presenciar una agresión". Imagino que después sentirás algo muy agradable dentro tuyo, la tranquilidad de haber actuado correctamente.
Buenas noches y gracias por la visita.


Kapasulinos: ¡¡qué linda noticia!!, gracias amigos. Iré a chusmear, jajaja.