Las costumbres cambian con el correr el tiempo, eso es fácilmente comprobable.
Si tenemos en cuenta los últimos cincuenta años, veremos que algunas modificaciones en nuestras modalidades resultaron buenas, pero otras no tanto.
Tal vez, si nos tomamos un tiempo y realizamos algunas COMPARACIONES, podamos sacar conclusiones importantes. Vale la pena intentarlo, porque es obvio que en algunos aspectos no estamos actuando de manera constructiva e inteligente, sino todo lo contrario, hemos retrocedido en vez de avanzar.
La clave está en darnos cuenta de los errores, no justificarlos y mutar.