Hace unos días, leí una sencilla historia, que me dejó una gran enseñanza. Tal vez se trate de algo que ya conocemos, pero bien vale la pena, refrescar la memoria de esta manera tan amena.
Un hombre que escapaba de sus perseguidores, se mete a una cueva. Escondido en un rincón, ruega a Dios por un milagro, que la entrada de la cueva se tape de alguna manera, para que los malvados no pudieran entrar y encontrarlo. Entonces sucedió algo. Apareció una araña, que comenzó a tejer su telaraña, justo en el acceso a la cueva. Ya se podían escuchar las voces de los malhechores muy cerca, entonces el hombre volvió a pedirle a Dios y esta vez le dijo que la araña no serviría, lo que precisaba era algo mucho más fuerte y contundente que una simple tela de araña, lo que quería era un muro de piedras, o algo por el estilo. Sin embargo, el insecto continuó su labor, hasta casi cubrir por completo la entrada de la cueva.
Cuando los perseguidores estuvieron allí, uno de ellos observó la tela de araña y dijo a los demás, “vamos, busquemos en otra parte, se nota que aquí, hace rato no entra nadie, está cubierto de telas de araña”, y se retiraron presurosos del lugar.
Sucede que los seres humanos tenemos una perspectiva “muy humana” de las cosas. Nos cuesta mucho aceptar que los conocimientos que poseemos de la vida son escasos.
A menudo tenemos tan cerca la solución a nuestros conflictos y no la vemos.
Cuenta la Biblia, que el hombre más rico y poderoso que existió sobre esta tierra, fue el rey Salomón. Un día, Dios, sumamente complacido con él, le dijo que le pidiese lo que quisiera, y Salomón quiso para sí: sabiduría y ciencia. No le solicitó cosas materiales. El Supremo, no sólo le obsequió ambas cosas, sino que también lo colmó de poder y riquezas.
El secreto está en tratar de adquirir conocimiento y sabiduría, todo lo demás viene por añadidura.
19 comentarios:
Somos ciertamente miopes. Pero, en muchas ocasiones, no es miopía sólo. Es que no queremos ver deliberadamente lo que está muy claro.
¿Por qué? Porque contraría nuestras ansias, ya sean de riquezas, de poder, de dominio, o de todas a la vez.
Sin embargo, nadie se contraría por ser un ignorante mayúsculo y, al contrario, cuanto más necio se es más se presume y mayor es la arrogancia. ¿Hay mayor miopía que esa?
saludos
Así es...me ha encantado el suceso de la tela de araña. genial!
Un abrazo.
Sí, viene por añadidura. "A Dios se le derrite el corazón cuando un humano desarrolla su talento"... Por éso siempre nos da todos los bienes materiales necesarios para poder desarrollarnos.Tenemos que descubrir cual es nuestra misión,y ponernos en marcha en esa dirección. Ese es el punto. Besos! Excelente post!!
Muy bueno, para recordar en los momentos miopes. besos tía Elsa.
Muy buena enseñanza la que nos cuenta en este post!!
Gracias!!
Saludazos!
Será que cuando pedimos auxilio en situaciones extremas, creemos que la ayuda debe ser correspondiente a nuestro problema, a la visión que tenemos de él, tu historia es "tan humana" que puede reflejarnos sin dudas a m+as de uno.
Gracias por compartirla. Un abrazo.
Txema: me encantó lo que comentaste. Es verdad, cuanto más ignorante, más presumido. Lucho constantemente para no dejarme arrastrar por esa corriente.
Abrazos.
Moderato: es una historia simple y contundente.
Paula y Hernán: si pudiésemos ser la mitad de astuto y sabio que fue Salomón, sería una gran cosa.
Besos a los dos.
Tía Elsa: eso es lo que nos sucede a la gran mayoría, que olvidamos muy fácilmente.
Cariños.
Candorosa: me pongo contenta cuando te veo por aquí, te aprecio. Amigas de Marina... mis amigas!, jaja.
Mabel: encontré esta historia tan atractiva, que necesitaba "conversarla" con ustedes, mis amigos virtuales.
Claramente hablando... es mejor y nos hace mejores (segun mi punto de vista) el camino hacia el saber, que el saber propiamente dicho; pues al final de todo ¿que es el saber?...Un saludo y que Fortuna te sea propicia..
Si solamente supiéramos que lo esencial es invisible a los ojos...
seríamos más felices.
Abrazos,
Temujin: los caminos hacia... sí, estamos de acuerdo.
Otro saludo y que tengas un lindo fin de semana.
Catalina: nos cuesta entender esto, nos cuesta mucho.
Besos.
Resumiendo... nos cuesta ver, si...
Saludos y un abrazo enorme.
CLARA
ya me la anoté, me sorprendió esta enseñanza, está buenísssssssssssssima, sobre todo cuando queremos luchar enojados contra la adversidad en vez de aceptar lo que DIOS por algo nos envia.
besote nena
La mayoría de las cosas suceden por ver sin mirar y por desear únicamente lo material,restándole importancia a todo lo demás.Muy bueno lo que nos dejaste.
Te diré que tuve problemas con mi página,no es la primera vez y es por eso que no existo.Voy a preparar otra.Nos seguiremos viendo,dijo el ciego.Besos.
Hermoso post, para tenerlo muy en cuenta. Dios sabe muy bien cómo y porqué hace las cosas, mucho mejor que nosotros.
Un abracito.
La sonrisa de: es así, lamentablemente.
Saludos.
Magu: me alegra que te haya servido.
¡Besos!
Rumbofijo: jaja, perdón, pero me dio mucha gracia la frase final.
Por favor, avísame si abres un nuevo blog, así te visito.
Cariños.
Dondelohabré: es así, Marina.
Besos en la frente.
Yo me contentaría, no con que seamos la mitad de sabios que el rey Salomón, sino que apenas fuéramos capaces de escuchar y aprender de los sabios.
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