Existen personas que pasan por nuestras vidas y nos dejan un “no hagas esto”, “deja aquello”, “no toques, no mires”, sin explicarnos el por qué, lamentablemente se trata de la gran mayoría. Sin embargo, y gracias a Dios, en algún momento de nuestra existencia experimentamos ese toque esencial de ciertos seres especiales que van más allá y deciden dedicarnos un tiempo. Además de decirnos “no lo hagas”, se explayan exponiendo razones y causas, sus experiencias al respecto y así logran captar toda nuestra atención. Son una verdadera bendición.
Puede tratarse de algún familiar, o simplemente un conocido, y dejará para siempre una marca indeleble en nuestra mente.
Jamás olvidamos a quienes nos obsequiaron un tiempo precioso de sabiduría y consejos. Me inclino a denominar a esa noble actitud “generosidad de espíritu”. Es uno de los dones más maravillosos que poseemos los seres humanos. Es el poder de sembrar una semilla en los demás, sólo que raras veces empleamos esa aptitud. Quizás por recelo o temor a que nos malinterpreten, nos reservamos palabras o ideas que podrían influir notablemente en otros y, más aun, cambiar para siempre sus vidas.
Para ejercer esta capacidad, hace falta coraje, despojarnos del egoísmo y darnos cuenta del bien que podemos brindar al prójimo, al otro que nos escucha.
La “generosidad de espíritu” es una muestra de amor al género humano. Hoy me pregunto si la doy a manos llenas o si la guardo para que se seque y junte polvo en un rincón de mi mente. ¿Y ustedes?
17 comentarios:
Hola Clarita, siempre ando queriendo hacer el bien, sin mirar a quien; queriendo emular a mi abuela, quien fue tan solidaria respecto a consejos y sabiduría. No siempre me sale, pero me he llevado más de una sorpresa al reencontrarme con gente que, mis palabras pudieron ayudar en ese momento, es una fortuna realmente.
Estás relinda en esa foto, toda entre florcitas.
Besos.
Totalmente de acuerdo contigo. Y es que esas prohibiciones sin darnos la explicación para poder entenderlas
A mi me encanta que me expliquen bien las cosas, que pueda entenderlas, que me dejen entenderlas y participar en el entendimiento.
Un besito muy fuerte Clara. Y feliz domingo.
Abru: gracias, la foto me la sacó Pepe en el jardín del fondo de nuestra casa.
Uno se siente tan bien cuando, de alguna manera, puede colaborar para mejorar la vida de alguien, sin dudas.
Besos.
Ana: a mí también me gusta que me expliquen. Triste actividad la de los militares, ¿no?, que tienen que obedecer órdenes sin cuestionar, sin opinar... pero, bueno, esa es otra historia, otro tema.
Feliz domingo para ti también, que lo disfrutes mucho.
La generosidad de espíritu se puede practicar sin estar físicamente presentes. Es una gran virtud.
Besos.
Mariela: ahora me dejaste un poco intrigada, quisiera saber más sobre ese tema. ¿Cómo sin estar físicamente presentes?
Besos.
Hay un amigo a quien le debo mucho sobre mi profesion, creo que es el mejor fotoperiodista que tiene el pais, y cuando yo comence a trabajar en el periodico, me comenzo a enseñar como a un hijo, realmente me ayudo mucho y continua haciendolo cuando le mando por correo fotos para editar. Espero poder hacer lo mismo con quien me lo pida. Un abrazo.
Muy bello post! Me encanto
...esas muestras de cuidado y tiempo generoso dedicado a mi, aparte de mis padres, las recibí de mis abuelos paternos, que en paz descansen. Casi me crié con ellos mientras mis padres trabajaban.
Lindo post Clara, me trajo bellos recuerdos ;)
Fuerte abrazo Clara!
Juan: ¡qué noble actitud la de ese señor!. Consiguió dos cosas importantes. Una, que tú lo recordaras siempre y dos, que sintieras la necesidad de imitar su generosa actitud. Las buenas acciones tinen la virtud de "reproducirse" por el camino...
Abrazos.
Carla: gracias, me alegro mucho.
Carlos: en homenaje a todas esas personas, que así como marcaron tu vida, lo hicieron con la mía, fue que decidí hacer el post. Seres así, merecen ser recordados siempre, siempre.
Otro abrazo grande.
La generosidad de espíritu es fácil de dar, la tiene hasta el más pobre
(económicamente hablando) pero es un tesoro que en los tiempos que corren nadie quiere gastar...¿Por qué?
Cada día la Humanidad es más egoista y cederle nuestro tiempo a los demás, dedicarle una sonrisa a un desconocido y no digamos dar un abrazo, está fuera de lo común.
Deberíamos replantearnos la situación.
Un abrazo (y a Pepe una colleja)
Pedro: es así Pedro, estamos de acuerdo. También coincido en el hecho de que debemos cambiar, debemos volvernos "más humanos"... parece una obviedad, pero no lo es.
Ya que no nos sale naturalmente, tendremos que esforzarnos,
Otro abrazo y un beso a Adi.
Sin duda es la mejor de las filosofias de vida.
No solo abres tu mente a los demás,si no que ese acto de generosidad te hace crecer como persona.
Una entrada desde la introspección.
me ha gustado.
Un beso
Leni: el único temor que tengo a veces, es el hecho de caer pesada, o parecer metida. Por otro lado, creo que si uno hace las cosas con amor y en forma desinteresada, tienen que tener un buen final, ¿no?
Gracias y te mando otro beso.
Hola Clara.
No tengas temor.Solo sé tu misma.
Y si tu curiosidad nace del amor.
Bienvenida¡¡¡
Si.Si.
Vamos a crear un buén final.
No le temas a nada.
Menos aún cuando cuando das sin pedir.
Me gustas.
Te sigo.
Un beso grande.
(La vida es una...ama)
El problema de la generosidad es lo mal que se porta a veces esa humanidad que se llevó todo lo que le diste y se olvidó de ti cuando ya no te quedaba más que dar.
Un abrazo.
Leni: gracias.
Senovilla: realmente me dejas pensando...
De todos modos, creo que si nos brindamos de corazón a los otros, quizás la recompensa por la buena acción, nos llegue de otra parte, no justamente de quien esperamos.
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