El desasosiego que me invadió fue tan grande, que comencé a llorar, las lágrimas se mezclaban con la lluvia que bañaba mi rostro. La distancia, el temporal y todo lo que ello representaba físicamente, pasó a segundo plano, porque lo realmente angustiante era lo atormentada que me sentía mentalmente, una sensación de absoluto desamparo y aislamiento. Para colmo de males, pasó un auto cerca a toda velocidad y me arrojó tanta cantidad de agua sucia (seguramente en forma involuntaria), que hasta tuve que escupirla. Me quería morir, a mis 14 años y con toda la vida por delante, todo perdió sentido en ese momento. Ustedes pensarán que la situación no era para tanto, yo también ahora lo veo así, pero en ese momento eran otros mis sentimientos y otro mi parecer, quizás por la edad o tal vez porque también se fueron sumando otras cosas por las que estaba atravesando.
Fue entonces que un pensamiento creció en mí, y fue tomando una fuerza arrolladora. Saldría adelante, jamás me dejaría vencer por ninguna circunstancia adversa, no permitiría que nada ni nadie volviese a hacerme sentir una NADA, avanzaría con resolución por la vida.
Ese día tomé una de las decisiones más importantes. Presentaría batalla con todas las armas que tuviera a mi alcance para abrirme camino… y así lo hice.
Cada vez que atravieso por momentos espinosos o peliagudos, cuando quiere invadirme la desesperanza, automáticamente recuerdo ese día de la tormenta, en que opté por un rumbo, el de la audacia, valentía y coraje. Ese fue el instante en que tomé LA DETERMINACIÓN que marcó para siempre mi existencia.
12 comentarios:
¡Qué bueno! Esa experiencia dura te dio la determinación de salir adelante que,se nota, te sigue acompañando.
Muy buen relato.
Es así como se aprende a ser valiente.
Saludos Cordiales.
Este tipo de momentos donde uno parece vencido, son los que nos llenan de coraje para salir adelante, para no dejarnos amedrentar de nuevo. Que bueno que esta leccion de vida te marco y es una situacion que te hizo mejor ser humano. Un abrazo.
Realmente, hay momentos en la vida que te marcan. No te das cuenta en el momento, pero lo recuerdas toda la vida.
Un besote.
Mariela: no fue la más dura que tuve, pero no la olvido, justamente, por lo que significó. Esas experiencias son buenas,porque te hacen más fuerte, claro que eso uno lo entiende varios años después.
Gracias.
Senovilla: es cierto... varios litros de lágrimas después.
Mariela: no fue la más dura que tuve, pero no la olvido, justamente, por lo que significó. Esas experiencias son buenas, porque te hacen más fuerte, claro que eso uno lo entiende varios años después.
Gracias.
Senovilla: es cierto... después de haber perdido varios litros de lágrimas.
Juancho: gracias.
Pienso que así también uno puede comprender a personas que están pasando por situaciones complicadas.
Conozco gente que ha vivido momentos realmente difíciles, y actualmente no sólo son muy comprensivas, sino que a través de la empatía ayudan a otros que también la están pasando mal.
Pedro: eso es justamnete lo que le decía a Mariela Torres. Con la madurez viene el entendimiento. Al mirar hacia atrás, nos damos cuenta que todo tenía un fin, un objetivo en nuestra vida.
Abrazos.
Clara, lo narraste de un modo que me devoré los dos post así, fiuuuuu, en segundos.
Excelente todo. Te veía caminando con la lluvia, te juro, sentí lo que sentías... me transportaste con tu experiencia al momento, impecablemente relatado por vos. Y el final realmente, esperanzador y positivo, optimista.
Te felicito Clari, preciosos los dos post.
Besotes
María Rosa: muchas gracias, en verdad eres muy amable.
Sé que pasaste por trances muy dolorosos en tu vida; seguramente coincidirás conmigo en que uno aprende mucho de ellos, se adquiere madurez y la valiosa capacidad de comprender a otras personas que sufren igual o más que nosotros... la famosa empatía, de la que tanto hablan los psicólogos.
Besos.
Felicitaciones por tu determinación, cuando tenias solamente 14 años. Yo soy una mujer que vive la maturidad com mucha dificuldad, pues no aprendió como ser fuerte delante de las dificuldades. Pienso que soy una persona en crise existencial.
Perdón por hablar esas cosas tan particulares.
Hasta otro día.
Lucía: pienso que nunca es demasiado tarde para aprender y cambiar cosas de nuestro proceder, que no nos agradan o satisfacen. Sé por experiencia, que no es nada fácil hacerlo. Pero tampoco es imposible, vale la pena esforzarse e intentar. Creo que de eso se trata la vida, de ir mejorando aspectos de nuestra vida, para ser cada día más felices y estar en paz con uno mismo y los demás.
Perdón te pido también, por haberme extendido tanto, lo que sucede es que se trata de un tema profundo y se presta para varias horas de conversación, ¿no es así?
Cariños, gracias por la visita.
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