domingo, 27 de diciembre de 2009

No tan bueno...



Últimamente veo circular por las calles, cada vez con mayor frecuencia, automóviles que llevan inscripciones religiosas del tipo: “Cristo 100%”, “Yo sigo a Jesús, ¿y vos?” y otras similares, puestas en el parabrisas posterior.

No tengo nada en contra de las leyendas de este tipo, al contrario, las prefiero a otras que son claramente agresivas, ofensivas y de mal gusto. Sin embargo, ocurre algo muy curioso.

Creo que todos los que leemos estas frases, estos carteles de santidad, automáticamente, observamos al conductor del móvil que las exhibe y casi inconscientemente esperamos que el individuo en cuestión, maneje de forma “santa”, “cristiana”, o por lo menos educada y considerada. Uno espera que sean especiales, mejores, distintos al resto de los conductores, o que se destaquen por sus buenas maneras, por el sólo hecho de llevar propaganda cristiana.

La experiencia, nos muestra una realidad tan distinta, que llega a ser chocante. Existe un notable contraste de sentidos. El mensaje que queda flotando no es tan beatífico, es algo así como: Yo sigo a Cristo, pero sal de mi camino, de lo contrario, te llevaré puesto, viejo”, o “Soy cristiano e intolerante, así que no me busques, porque me vas a encontrar”.

Lo que quiero decir, es que la conducta de los que nos muestran estos enunciados tan piadosos, es totalmente opuesta a los principios de los que hacen alarde. Esto despista a cualquiera, por el contrasentido, “Mira lo que digo, pero no lo que hago”.

Todo esto me lleva a pensar que algunas personas ponen en sus autos estos carteles, sólo llevados por un impulso, no se trata de algo que nace de una profunda convicción, como debiera ser.

Me causa pena que se den así las cosas. Ojalá los seres humanos fuéramos más consecuentes y de paso, más nobles… como decía mi tía: “Para pedir, hay que pedir bien”.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Acto de apertura...





En este sencillo, pero emotivo acto, los invito a que conozcan la página que acabamos de inaugurar con mi esposo. Se trata de una Revista Digital, su nombre es Muchas Gracias Total.

Estamos estrenándonos en el tema, por lo tanto, aún faltan los valiosos detalles que brinda la experiencia. No obstante, tratamos de compensar esta falta con una abundancia de trabajo creativo y entusiasmo. Prometemos mejorar.

Si lo desean, pueden colaborar con datos, notas, imágenes, saludos, en fin las puertas de nuestra revista, están TOTALMENTE abiertas para ustedes. A tal efecto deberán entrar al lugar donde dice CONTACTOS o al que dice COLABORACIONES.

Gracias desde ya… ¡¡Muchas Gracias Total!!

domingo, 13 de diciembre de 2009

Nunca digas nunca





“El que no cree en la magia nunca la encontrará”.

¿Aún estamos vivos?, entonces todavía quedan posibilidades y probabilidades de lograr aquello que siempre soñamos… figurar en el Libro Guinness de récords mundiales, ganar la lotería o, inclusive, algo tan prestigioso e importante como obtener un Premio Nobel, ¿por qué no? Todo esto y mucho más puede ocurrirnos, no seamos tan escépticos.

Es necesario creer, creerse, tener fe en Dios y en uno mismo.

El único requisito indispensable es estar vivos. Luego existen otros ingredientes que predisponen, facilitan las cosas, son las llaves, los “abrecaminos” o, como dicen los brasileños, los “destranca rua”. A saber: la esperanza, las ganas, la voluntad, el tesón y la constancia, todos ellos hacen que uno continúe en la lucha, que no abandone. Que, aunque se presenten caídas o tropiezos, uno se vuelva a levantar y a emprender la marcha con más bríos que antes.

Jamás digas que todo terminó, que ya no puedes más, que estás cansado de intentarlo. Vamos, no bajes los brazos, la sangre aún sigue corriendo por tus venas, tu corazón sigue palpitando… ¡¡vamos, continúa peleando!! , cálzate los guantes, sube al ring nuevamente, no podrán acabar contigo tan fácilmente, no. Porque eres obstinado, te resistes al fracaso, a tirar la toalla, a darte por vencido. Eres de los que NUNCA abandonan, que, en definitiva, son los que SIEMPRE ganan.

domingo, 6 de diciembre de 2009

Por amor...



Dice así, en parte, la letra de un conocido tema musical:

NOSOTROS

QUE NOS QUEREMOS TANTO

DEBEMOS SEPARARNOS

NO ME PREGUNTES MÁS

NO ES FALTA DE CARIÑO

TE QUIERO CON EL ALMA

TE JURO QUE TE ADORO

Y EN NOMBRE DE ESTE AMOR

Y POR TU BIEN TE DIGO ADIÓS

Me pregunto y les pregunto a ustedes también, ¿realmente, existirán personas que pasan por situaciones como ésta, y que por amor renuncian al amor?

Nunca supe de algún ser humano que lo haya hecho en la vida real. Claro que no se trata de una información que uno quiera difundir. Si alguien está atravesando por una experiencia tan personal, íntima y dolorosa, es totalmente entendible que no la grite a los cuatro vientos, ni la quiera compartir con cualquiera. Dudo, inclusive, que lo divulguen entre sus amigos más cercanos.

Lo más probable, es que lo conserve bien guardado al secreto en su alma, o a lo sumo, lo vuelque en un poema o canción, como lo hizo el autor del bolero NOSOTROS.